La atresia o estenosis adquirida del conducto auditivo externo es una alteración poco frecuente, que se distingue por formación de tejido fibroso grueso y sólido en la parte medial o lateral de dicho conducto, que puede obstruirse parcial o totalmente por este proceso inflamatorio, y que clínicamente se manifiesta como hipoacusia conductiva. A diferencia de la atresia congénita, no hay malformaciones auriculares ni en la cadena osicular. Puede originarse por otitis media u otitis externa crónica, timpanoplastia, traumatismos no quirúrgicos (quemaduras térmicas o químicas) y heridas por armas de fuego. Se ha sugerido que el daño inicial estimula la formación de tejido de granulación en el epitelio del conducto y en la membrana timpánica. El diagnóstico se establece por hallazgos clínicos y subsecuentemente se confirma por TAC de hueso temporal. El tratamiento de elección es la intervención quirúrgica. El procedimiento consiste en la remoción del tejido fibroso, canaloplastia, meatoplastia e injertos de piel. La principal complicación es la reestenosis. Este estudio reporta la evaluación, el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de cuatro casos de atresia adquirida del conducto auditivo externo.
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